"Aquí, como en el acto religioso, en el amor, en la acción moral y en el conocimiento, me trasciendo a mí mismo y en ninguna otra actividad logro ser más yo" (C.S. Lewis)





"...con la sensibilidad de quien no tiene piel y lo siente todo, pero aguanta el golpe para contarlo." (Manuel Rivas, Las voces bajas)






martes, 30 de agosto de 2011

Llamada de atención...



El otro día añadí dos cositas nuevas en el lado derecho del blog. A lo mejor, ya las habéis visto, pero me gustaría llamar la atención sobre ellas. No es tanto un acto de egocentrismo como de reconocimiento al trabajo de dos pedazo de artistas y profesionales, a las que quiero que conozcáis.


Lo primero que añadí fue la imagen de un collage de Ana Cibeira (artista y poeta). Ana ha querido regalarnos por nuestro décimo aniversario unos cuantos collages que saldrán en la revista que está a puntito de salir y que representan a la revista y a los cuatro veteranos de Otras Palabras (Carmen Herrero, Rocío Santisteban, Ricardo García y yo misma). Aquí está el mío: 



Los otros collage son igual de buenos, así que os recomiendo que consigáis la revista, y, sobre todo, que visitéis su blog: http://www.anacibeira.blogspot.com/

Por otro lado, añadí un enlace de la revista Granite and Rainbow (http://www.graniteandrainbow.com/?p=2152). 
Marta Gómez Garrido (http://mgomezgarrido.blogspot.com/), nuestra nueva  y fresca "palabra", es, además de poeta, periodista y le pareció buena idea hacerme una estrevista para la revista con la que colabora, así que en ese enlace podéis encontrarla.

Y eso es todo...disfrutad de estas dos artistas.

Por mi parte, prometo que la próxima entrada será un poema.

Mil besos




martes, 23 de agosto de 2011

De vuelta...


Quería escribir algo bonito para celebrar mi vuelta. 

Quería contar estrellas fugaces, rayos de sol, batallas con las olas. Quería relatar la caricia de la espuma que trepa por las piernas y la cintura hasta posarse en las mejillas y los labios; revelar los secretos de las puestas de sol; hablar de los duendes que se esconden entre los helechos.

Quería vaciar mis ojos en el papel.

Sin embargo, parece que hoy las palabras no salen. Se me han quedado prendidas en los acantilados, enredadas en los arenales… y no quieren volver.

Os regalo, entonces, otra parte de mi mirada…










martes, 9 de agosto de 2011

Algo fresquito para el verano...



También hace falta que la piel salte a carcajadas,
que los dientes tengan hambre de otros labios.

Hacen falta puestas de sol en el ombligo,
amaneceres en la punta de la lengua,
estrellas escondidas en los muslos.

También hace falta la alegría
para que se despierte el deseo
y tus manos sigan
aprendiendo a modelarme.

También hace falta jugar un poco con las olas...




  Vuelvo pronto, echadme un poco de menos...

 

lunes, 8 de agosto de 2011

Si las sirenas amasen



Me siento delante del mar y dejo que la sal me cale el alma.
Cierro los ojos y respiro bocanadas de recuerdos.
Y confundo el ayer, el hoy y el siempre.
Las olas luchan en una carrera frenética sin saber
que la que antes llegue a la orilla
será la primera que desaparezca absorbida por el cielo y la tierra.
A mi espalda corren en tropel, tropiezan nombres, fechas, lugares… sin saber
que el que antes llegue a mi mente
será el primero en evaporarse en forma de lágrima.

A lo lejos el faro va a encenderse,
recuerdo las noches en que se apagaba para que unos ojos iluminasen el mundo,
las noches en las que los barcos ya no buscaban el norte
sino la luz de unos ojos de sirena
que se marchaban al alba dejándolos perdidos para siempre.
Las sirenas huían, pero, ¿amaron alguna vez?
Sonrío, porque sé la respuesta o porque creo saberla.
Un haz luminoso oculta por un momento el reflejo marino de la luna.
Las luces del mundo se funden en una sola y parece que no hay nada más;
como cuando una sirena te mira y sientes
que si ahora dejase de mirarte
te hundirías para siempre en el país de los pozos oscuros
donde las sirenas cierran los ojos eternamente y los marineros mueren.
De desesperación.

Lloro, porque yo también estuve muerta entre las algas
buscando en las conchas un resplandor verdoso que me recordase su mirada.

A lo  lejos un delfín salta intentando besar a la luna.
Me recuerda a mí misma tratando de abrazar a una sombra de espuma que se marchaba.

Un tumulto de recuerdos  lucha a mi espalda. Corren, tropiezan.

Veo una sombra que salta tras el delfín queriendo abrazar la aleta enamorada.

El primer recuerdo de esta tarde se evapora
y su sal me escuece en las mejillas.
Yo también fui sirena
y también cerré los ojos a los marineros muertos
que buscaban un resplandor verdoso a mis pies.

 (De Alma soñada)                                                           

jueves, 4 de agosto de 2011

De salvaciones y excusas


Esta vez, no quiero que me rescates.

No quiero que tu suavidad me anestesie 
y me oculte el dolor.

No quiero que tus labios cierren mis párpados 
a la certeza del absurdo.


Esta vez,
no quiero tenerte como excusa.