"Aquí, como en el acto religioso, en el amor, en la acción moral y en el conocimiento, me trasciendo a mí mismo y en ninguna otra actividad logro ser más yo" (C.S. Lewis)





"...con la sensibilidad de quien no tiene piel y lo siente todo, pero aguanta el golpe para contarlo." (Manuel Rivas, Las voces bajas)






domingo, 6 de septiembre de 2009

Septiembre. De la vuelta al cole y la poesía

Septiembre podría ser como uno de esos límites de la naturaleza que separan la inmensidad del mar y la tierra, la brusquedad de la montaña y el abismo, la pesadez del suelo y la ingravidez infinita del cielo abierto. Septiembre se siente como el final de algo, pero también como el principio renqueante de la rutina aburrida del invierno y el último adiós al mar, a la arena… a la calma.

Allá por la adolescencia, septiembre no eran más que la nostalgia apremiante de besos en la playa y la añoranza dolorosa de los amigos, los de verdad, esos que escriben cartas de vez en cuando o marcan un acento distinto al otro lado del teléfon,o para traer al otoño o al invierno o a la primavera, un poco de vida. Septiembre era entonces, una resaca atormentada por anuncios de la vuelta al cole, libros nuevos, abrigos azules para el invierno con el incentivo de los corticoles.

En una adolescencia más madura, septiembre se hizo punto de reencuentro y esos días de Madrid caluroso en suspenso antes de empezar el instituto concentraban la magia del final del verano en plazas vecinales, en bancos de madera rota donde te sentabas y me cantabas canciones a medida.

Mis septiembres aún huelen a forro adhesivo, a primera página de un cuaderno. A veces, las noches de septiembre me devuelven el roce de una barba descuidada y esconden la melodía de un poema escondido detrás de una ventana.

Sin embargo, septiembre se ha quedado sin magia desde que no hay reencuentros efusivos ni stand by para los patios de colegio. Septiembre sería sólo un mes más si no fuera porque las hojas amarillean y algunas noches sopla una brisa acariciante. Septiembre sería sólo un mes más…

Como siempre, en septiembre, la poesía vuela al rescate para que no haya momentos repetidos sin la intensidad de lo sublime y así nos recuerda el sabor del primer día de colegio, la emoción de los amores de principio de curso. Así nos impulsa a un nuevo comienzo más allá de las colecciones de quiosco.

Septiembre, siempre, emprendiendo una nueva aventura, un nuevo viaje, un año nuevo y diferente. Septiembre, siempre. Con el auxilio de la madre poesía.

Recital musicado de “Otras Palabras” y Pablo Rioja
Domingo 13 de Septiembre a las 21:00
El Despertar, C/ Torrecilla del Leal, 18