El sol crujía en mis brazos dorados
y la brisa refrescaba mis labios azules.
El invierno estaba tan lejos como la muerte.
Paraíso, aún,
no significaba destierro.
(De Diosas de barro)
Poesía, pensamientos, relatos y letras que bailan y despiertan a la vida en los recitales
contra todo pronóstico
ResponderEliminarel invierno esconde tb paraísos...
trébol
Y después del invierno, siempre llega la primavera...
ResponderEliminarMil besos
qué hermosura de poemiga, saludos
ResponderEliminarMuchas gracias, Ismael!!
ResponderEliminarMil besos
Si alguna vez te destierras avísame, que aprenderé a cruzar por el puente que cruce el abismo que lleve a tu torre de desterrada...
ResponderEliminarBesos,
Carmen
Me parece que hay unas cuantas personas sin las que no me iría al destierro.
ResponderEliminarSiempre tendrás una habitación soleada en cualquiera de mis torres.
Mil besos
con tales compañías más q reposo sería dulce retiro...
ResponderEliminartrb
Maravilloso retiro, sí...
ResponderEliminarY tú ya sabes que, además de un árból en mi jardín, un huequito en la pared de mi casa, jejejejejejejejje
ResponderEliminarPero qué "rebonita" la dedicatoria... jajajajajajja...
Cuando las leo me siento enormemente afortunada de teneros, tenerte, entre mi gente... hasta a la del cacahuete... joe, jajajaajajjajaajaja
Besos,
Carmen