Alguien con quien paso mucho tiempo
últimamente dice que la vida es como una naranja: hay que morder la
parte más amarga, pero, después, explota el zumo: dulce, fresco,
lleno de luz y de vida.
No podría contar cuántos trozos de
esa pulpa áspera se han convertido en lágrimas y en poemas, pero sé
reconocer el sabor suave y reconfortante que hace desear el siguiente
bocado.
Jueves 22 de noviembre, 18:00h. Dos
sonrisas cálidas esperan a la puerta y recogen con su mirada mi
nerviosismo, mi miedo, mi cansancio. Gestos multiplicados renuevan la
energía y la magia de los cuerpos; las ganas de comerse el
escenario. Y comienza la cuenta atrás. La coreografía se repite
mientras se acoplan música e imagen. Las manos de Marta consiguen
ajustar las sombras y la voz de Yuna dirige los pasos. De repente,
Andrea, que entra con la fuerza del director de orquesta y alza la
voz para marcar los últimos tonos. Patricia, Víctor, Antonio están
a mi lado, atisbando los detalles, cuidando los imprevistos,
esperando a que sus palabras, sus acordes, sus imágenes se integren
en la maravilla de esta tarde.
Y comienza la función. La música
ensoñada de Víctor Zalalla se engarza con las fotografías de
Antonio Flórez en un vídeo hecho por Marta Gómez con el que se
abre la ceremonia: “Diosas de barro” de Begoña Regueiro. Y ahí
estoy yo. Desnuda con mis versos y con mi voz quebrada. La
radiografía de mi alma en palabras de Manuel Pereira me hace un nudo
en la garganta y empiezo a saborear la dulzura de la naranja.
Después, el primer poema y, tras él, la compañía cómplice de
Pablo Rioja que, como siempre, hace que su guitarra llene la sala de
emoción y dé una textura distinta a la cadencia de mi voz. Y la voz
se hace cuerpo, porque ahí delante está la imagen física de mis
sueños y de mis pesadillas...de mis versos. Andrea Rodrigo y
Patricia López han soplado sobre los poemas y les han dado vida,
los han encarnado en Jorge Pérez, Anna Morales, Ana Carolina, Celia
de la Casa, Francesco Rossi, Laura Parejo, Aia Kruse, Sherezade
García y Celia Carrasco. Y, de nuevo, ahí estoy yo, viendo desde
fuera el alma que he dejado impregnada en las palabras y sintiendo
cómo el estómago se me encoge al sentir otra ráfaga de dulzura en
mi paladar. Azúcar y sal. Porque mientras revienta entre mis labios
el siguiente gajo, los moja una lágrima que se ha escapado antes de
tiempo al cosquilleo de la dedicatoria, de las palabras de Patricia
Barrera, que ha sido capaz de desentrañar a una de las mujeres que
se encuentran tras mis diosas de barro. Ahora mi angustia se mueve
sobre el escenario. Ya no hacen falta las palabras porque ellas
solas, Paola Galue y Elena Alemán transmiten en su danza todo el
cansancio de los zapatos impares, los papeles timbrados y los días
grises. Y de nuevo, imágenes, y dramatizaciones, los acordes de la
guitarra clásica y el jugo de la naranja ya casi rebosa mis labios
cuando Juan Pastor toma la palabra para iniciar el debate que cierre
el acto. Necesitamos la poesía para vivir. Lo digo alto,
instintivamente, sin pensar. Lo dice la frescura que inunda mi boca y
se impregna en mi lengua.
Y se cierra el telón, pero no se ha
terminado la dulzura. Quedan los abrazos, las sonrisas familiares, la
sorpresa de los que parecía que no iban a llegar y, ahora sí, de
las lágrimas que recuerdan que las naranjas siguen teniendo piel,
pero que incluso la piel es menos amarga cuando te abrigan brazos
cálidos.
La resaca, esta vez, no explota entre
las sienes sino que mantiene el sabor ácido en el paladar. Gracias a
la TAI, a Andrea, y a Víctor por vuestra mirada y por vuestras
palabras.
Gracias a todos por hacer que esta
mujer de barro no se haya deshecho y siga teniendo ganas de comerse
otro bocado de vida.
Fotografía de Antonio Flórez |
Y, por si os quedasteis con ganas de más, el próximo jueves 20 de diciembre a las 19:30 en el Salón de Grados de la Facultad de Filología (Avda. Complutense S/N) presentará el libro la profesora Isabel Visedo Orden. Ojalá podáis venir.
Pd. Sí, todavía debo fotos...
ummmmmmm!!!!! ojalá sepas tejer con todas esas hermosas hebras de besos, abrazos y sonrisas la mejor de las bufandas para cuando creas q el viento se torna ventisca...y enhorabuena!!!
ResponderEliminarah, y guapa no, lo siguiente!
trébol, who else!
pd: tiene razón el d la naranja jejeje
Ojalá...de momento, estoy aprendiendo.
ResponderEliminarY ya sabes que cuento con tus besos, abrazos y sonrisas para hacerla más "abrigosa".
Mil besos, guapo.
Pd. Jeje, sí, chico listo...
¿Esta tarde presenta el libro Isabel? Me pilla en Jerez, qué lástima! Estuviste maravillosa, sin duda, luminosa. Ojalá todas las diosas de barro sean así. Un abrazo fuerte desde el golfo de Cádiz.
ResponderEliminarMuchas gracias, guapo. Es una penita que no puedas venir esta tarde, pero nos vemos a la vuelta y te cuento, ¿vale? Mil besos y que el 2013 te traiga un montón de cosas buenas.
ResponderEliminarMuchas gracias, guapo. Es una penita que no puedas venir esta tarde, pero nos vemos a la vuelta y te cuento, ¿vale? Mil besos y que el 2013 te traiga un montón de cosas buenas.
ResponderEliminarhola bego eres monisima
ResponderEliminarun besazo muy fuerte jm
¡¡¡¡¡ SOCORRO AMIGO TRIFO ¡¡¡¡¡
ResponderEliminarBUEN VIAJE
CARIÑOS
EL JUDIO ERRANTE
aupa jose, te deseo felices singladuras, tanto a pie como entre redes y te recomiendo q leas a benajamín d tudela, un buen judío, por yaveh! monísima es poco para esta diosa d ciudad, aunq gana mucho en vaqeros y coleta jejeje
ResponderEliminarpara todos los alma-soñadores: FELIZ NAVIDAD!!!
trébol, bajo la protección d ixchel
Amigo Trifo
ResponderEliminar"No me la muestres más,
que me matarás"
Bego, Bego, Bego, Bego................
Mi musa, tu musa, nuestra musa.
Las palabras son los gritos de socorro
de nuestras almas.
Y esta verdad/beldad no es para decirla
sino para vivirla y degustarla.
Pero el silencio es la espada que rompe
la soledad de nuestros sueños.
Esta siesta de silencios nos trae una
Feliz Navidad
y propenderá nuestros corazones a acometer
con ilusión un prospero y feliz Año Nuevo.
Amores y cariños........... jose
Muy bello y lindo tu blog, te seguire y deseo que por favor, vos también me sigas, muchísimas gracias, te deseo lo mejor.
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