Este verano he conocido a una sirena. Me he bañado con ella y he saltado con los delfines por encima de las olas (cuando las olas te empujan, el viento te acaricia la cara y parece que vuelas).
Este verano me he reencontrado con los duendes que dan sentido a todo lo que pasa y que, año tras año, me recuerdan la esencia de sal que respira en mi alma.
He volado un poco, he reído mucho y he dejado que esa pátina dorada que deja en la piel el descanso fuese cubriendo todos los pliegues de mi cuerpo.
Quería volver y escribir algo bonito acerca de la arena plateada, del cabo del fin del mundo.
Sin embargo, esta mañana una esquina de asfalto me ha robado las palabras y el oro ha empezado a desvanecerse bajo la luz mortecina de una lámpara. Aquí no se puede bailar sobre la espuma. Septiembre cada vez tiene menos sentido.
septiembre tiene todo el sentido...
ResponderEliminar...para qien te qiera escuchar, para qien te qiera recuperar saldita y con ojos de bajamar
tarde de agosto
sentada entre mis piernas
me das tu cepillo-micrófono
te aliso el cabello, beso tu frente
piqito cómplice de amigo desarmado
descalza, silenciosa, pensativa
apoyada en mí
perfecto
trb
perfecto...
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