Ya ves, así soy yo.
Sólo otra muñeca de porcelana rellena de serpientes.
Una trampa mortal,
una emboscada.
Así soy yo, ya ves.
Piel envenenada con fragancia de lirios,
canto de sirena en el bosque de las hadas,
la parca disfrazada con las alas de un ángel.
No soy nada más que eso,
un manojo de rosas frescas sobre una tumba de tierra húmeda.
jueves, 17 de junio de 2010
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