Música.
Lluvia de fondo y,
en el fondo, este sentimiento
conocido que no tiene nombre.
Quisiera envolverme en palabras de nube
o dejarme rodear por verbos de agua.
Pero ahí está.
Esa sensación amarga en el estómago
dulce en el pecho
absurda en una garganta que no habla.
Esa sensación que mis manos le susurrarían a tu piel
si mi voz no te diese tanto miedo.